Sentado en la cama desde su ventana, el amante veia a su amor caminar la via opuesta. Su cuerpo se sintio pesado, las palabras se quedaron quietas, sus manos atadas por lazos invisibles quedaron mudas.

La arena del desierto avanzo y fue cubriendo todo. Luego solo el viento gritaba su angustia y las lagrimas contenidas se convertian en espina de cardon.

Su cara se fue llenando de grietas, sus ojos se vaciaron de alegria. Por la ventana nada ya se veia.

En el desierto las huellas las va borrando el viento y luego todo es olvido, todo es pasado , recuerdo, espejismo...