Sentado junto a ella conversamos. Sus ojos inteligentes brillaban con cada palabra. En mi cascaron trataba de mantenerme ajeno y no dejarme hechizar por tanta belleza e inteligencia.
No pude... la noche se avalanzo sobre nosotros y en la oscuridad se fueron desdibujabando sus facciones, confundiendose con la noche. Yo quede a su merced escuchando sus ideas, sus confesiones e hipnotizado por su voz suave. Sus labios los intuia sin llegar a verlos, y seguia su movimiento con la pronuciacion de cada palabra. Podia en mi mente ver como su lengua se enrrollaba con cada erre y como a veces llegaba hasta el puerto de sus labios humedeciendolos y le proporcionaba un brilloque me encendia la sangre. Mi mano se fue deslizando por sus muslos sintiendo su piel de ebano vibrando bajo mi piel con cada movimiento. Sus palabras se hicieron silencio y su mirada me hizo parar. Me tomo la mano y sin desviar su mirada, me beso la palma de la mano, la llevo a su cara y me dijo : Yo te amo, y tambien te deseo... pero estoy casada.Me volvio a besar la mano y se levanto dejando en el aire a manera de despedida el aroma de su perfume. Yo me quede sentado, sintindo sus labios en mi mano y con el eco de sus palabras resonando en mi cabeza y agobiando a mi corazon.