Me acerco a un puesto de comida. El sol me golpea el coco y el sudor va regando mi cara.Busco en mis bolsillos buscando las monedas para comprar un jugo y una empanda. El trafico se siente pesado y una manad de vehiculos y conductores braman cuando la luz cambia de rojo a verde. No importa el color la situacion sigue igual, no encuentro las monedas, las que encuentro no tienen valor.La distancia luce enorme, pienso que nunca he de llegar, tengo calor y sed, la cuesta no se apiada de mi y se empina con cada paso.Estoy atormentado con los gritos , las bocinas y el rugir de los motores, la luz me ciega y ya no veo en donde se encuentra el puesto de comida. Veo un letrero desdibujado que dice "Comedor de Venus" La comida viene del cielo... el placer de tu ombligo

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